Flirteo con intención: cuando la chispa es arte
Flirteo con intención: cuando la chispa es arte
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Te ha pasado que una mujer te clava los ojos, luego esboza una sonrisa, cambia de dirección la mirada, y luego te observa con interés? ¿Acaso te está lanzando señales sin que te des cuenta? Así que, prepárate al enigmático y fascinante mundo donde el lenguaje corporal a veces engaña. A veces es real, otras no, y en otras... fue un día cualquiera sin mayor sentido. ¿Coquetas? ¿Las mujeres? ¡Jamás! Aunque quizá sí, un poquito. Ese guiño escondido, esa sonrisa por algo que ni tú entendiste, o ese “ay no, ¡qué tonto eres!” que parece sacado de una telenovela, tiene su propio lenguaje. Las mujeres, en ocasiones, juegan con su atractivo como si siguieran reglas ocultas que solo ellas recibieron al cumplir cierta edad.
Aunque no siempre está planeado. Muchas de ellas son genuinamente simpáticas. No intentan manipular emociones como si fueran ladronas de sentimientos; simplemente están siendo ellas mismas. ¿Dónde está lo malo en eso? En lo absoluto. De hecho, si hubiera más coqueteo inocente y menos amargura global, viviríamos mejor, ¿no crees?
Sin embargo, hay veces en que hay quienes, sin darse cuenta, te dejan con la ceja levantada. “¿Acaso esto fue un ‘te deseo’ o un ‘te pareces a mi primo chistoso’?” Quién sabe. Pero ahí está el misterio: lo divertido de intentar descifrar esos símbolos ocultos. Entre pistas, gestos y confusión masculina. Un vistazo inesperado. Un giro de cabello. Ese “jajaja, qué loco estás” acompañado de un leve roce en el hombro. ¡Boom! Ya estás buscando en Internet señales claras como si Google tuviera la respuesta.
Vamos a decir la verdad: las chicas tienen su manera de hacer las cosas. Una cadencia única. Es posible que lancen mensajes sin ser conscientes de ello. Y tú ahí, como si fueras Sherlock Holmes sentimental, intentando descifrar el código sin piezas claras. Hay chicas que flirtean sin intención. Son naturalmente dulces, luminosas. Su coquetería no busca nada más que buena onda. Es como brindar calidez sin segundas intenciones. ¿Podría verse como un arma? No. ¿Se trata de un talento natural? Probablemente. Y claro, no faltan las tácticas expertas. Sí, aquellas que bailan con el deseo ajeno como si fuera un arte milenario. Controlan su lenguaje no verbal como quien interpreta una sinfonía sin ensayo. Y tú ahí, sintiéndote Chopin con dos dedos, completamente fuera de tono.
¿Y ahora qué? ¿Cómo no quedar atrapados en esta danza? Bueno, lo primero es vivirlo sin ansiedad. No todo tiene que ser tan serio. Coquetear no significa compromiso ni promesas escritas en piedra. A veces es solo un momento bonito, que comparten una mirada y nada más. El flirteo puede ser reflejo del alma. Lo curioso del tema es que en muchas ocasiones las chicas coquetas no lo hacen para conquistarte. Lo hacen por ellas mismas. Para sentirse vivas, atractivas, en sintonía con su ser. Es como bailar: no todo baile necesita público. En algunos casos, ese juego también es un reflejo. Un espejo donde sale escort bogotá linda a la luz su humor del día, su seguridad, su estado interior. Y tú, sin buscarlo, eres el reflejo. Y tú feliz, por supuesto. Porque ¿quién no sonríe ante una chispa de coqueteo en un día gris?
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